Si bien el reposicionamiento de fármacos (nuevos usos de medicamentos ya aprobados) no es una estrategia reciente para tratar enfermedades distintas para las que se crearon, con el auge de la bioinformática esta técnica ha despertado creciente interés en los científicos, ya que mediante el uso de la biología computacional es posible identificar con más facilidad sustancias activas, previamente autorizadas por instituciones como la Federal Drug Administration (FDA), candidatas a convertirse en nuevos tratamientos. En ese contexto, la doctora Marlet Themis Martínez Archundia, científica de la Escuela Superior de Medicina (ESM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), ha cifrado sus esperanzas en esta metodología y, con él apoyo del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), realiza un proyecto de ciencia de frontera enfocado a la búsqueda de moléculas de uso seguro que frenen la metástasis, con el propósito de sentar las bases para ofrecer tratamientos alternativos a personas que padecen cáncer.
CÁNCER DE MAMA Y DE CEREBRO
La doctora con nivel II en el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) refirió que su investigación se centra en el estudio de cáncer de mama porque es un problema de salud en México y en otros países de América Latina, cuyas cifras de mortalidad son elevadas, así como en el glioblastoma o cáncer de cerebro que, aunque su incidencia no es tan grande como la del primero, sus mecanismos de diseminación de células malignas a sitios diferentes al del tumor de origen (metástasis) son muy rápidos. “La metástasis es muy preocupante porque en todo el mundo un alto porcentaje de las muertes por cáncer se deben a la metástasis, ya que, al dividirse las células y migrar a otros órganos, se disminuyen notablemente las posibilidades de vida. Por ello tenemos interés por frenar esta diseminación mediante la reposición de fármacos para conseguir que tratamientos de primera elección como la quimioterapia o la radioterapia tengan mayor éxito”, señaló la postdoctorada en Bioinformática por el Instituto Pasteur de París, Francia. Como parte de la primera etapa del proyecto, la doctora Martínez Archundia y su equipo de trabajo utilizaron técnicas bioinformáticas para examinar alrededor de mil 600 compuestos y posteriormente realizaron estudios de acoplamiento molecular (docking) para predecir su afinidad con una proteína de membrana que juega un rol importante en la metástasis denominada Tetraspanina CD-151. De esos compuestos analizados seleccionaron dos, que de acuerdo con los estudios in silico mostraban mayor afinidad para unirse a la Tetraspanina CD-151 y, con ello inhibir la metástasis, fenómeno que se presenta cuando este prótido interacciona con otra proteína de adhesión llamada Integrina alfa 3 beta 1, lo cual genera cascadas de señalización que provocan una división celular exacerbada implícita en el proceso de metástasis.