PRINCIPAL

Apuestan a que bacteria desintegre cubrebocas

Reportera: Mónica Valladolid / Fotos: ESIT y UPIBI - 23 / 09 / 2025
Apuestan a que bacteria desintegre cubrebocas

El método sería una opción ecológica para degradarlos sin contaminar y usarlo en otras prendas que se usan en hospitales

DATOS DE INTERÉS

Al lograr la degradación de cubrebocas con la pseudomona putida, el equipo logrará un avance rumbo a una degradación no contaminante de otros textiles quirúrgicos, como las batas.

Investigadores de la Escuela Superior de Ingeniería Textil (ESIT) y de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabajan en laboratorios para lograr que una bacteria pueda disolver los cubrebocas, utensilios que ingresaron a nuestra cotidianidad a raíz de la pandemia por el COVID-19.

Hace cinco años, usar cubrebocas era una cuestión vital. En el mundo entero, el grueso de la población portaba esta capa protectora ante la amenaza del virus.

La pandemia inició oficialmente el 11 de marzo de 2020, y su fin se declaró por la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de tres años después, lo que marcó una larga temporada en la que usábamos cubrebocas constantemente.

Su uso se volvió cotidiano: en el transporte público, en los centros de trabajo, y en las tiendas. En México, esa protección, por disposición de las autoridades, se usaba hasta en playas y balnearios.

El infaltable cubrebocas era desechado unas horas después, como parte del proceso natural de protección. Surgió entonces un nuevo problema ambiental: eran de los productos desechables más utilizados.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó en el primer año de pandemia que la venta de estas protecciones faciales se habría elevado en más de 200%. La Sociedad Estadounidense de Química expuso que cada mes serían usados unos 129 mil millones de cubrebocas en el mundo.

Ante esa cantidad creciente de desechos, si bien surgieron diversas alertas por la contaminación ambiental que se generaría, nunca se supo de algún método ecológico para abatir el problema.

Paso a paso, capa a capa

El equipo liderado por la catedrática e investigadora de la ESIT, Elvira Cruz Osorio, ha decidido emprender la búsqueda de una solución ante el creciente problema de contaminación por estas mascarillas, a través de la bacteria pseudomona putida.

Aunque la pandemia se frenó y junto con ella el uso masivo de cubrebocas, ésta protección se sigue utilizando sobre todo en clínicas y consultorios, donde son desechados constantemente, persistiendo la necesidad de un método para degradarlos.

El descubrimiento podría coadyuvar a degradar sin contaminar los cubrebocas que se usen.

La investigadora de la misma escuela, Rocío Garrido Adame, explica que los cubrebocas se pueden disolver, “pero para ello se está utilizando un producto químico que contamina todavía más a nuestro planeta, entonces el objetivo es utilizar algo natural para ir descomponiendo o degradando esta fibra que por sí sola nunca se va a degradar”.

El objetivo del equipo de investigación es encontrar un proceso no contaminante para degradar completamente estas piezas. Y para ello, están realizando diversas pruebas, tanto físicas como químicas en el tipo de cubrebocas que más comúnmente se usó en México en la pandemia y que se sigue usando en los hospitales.

La alumna e integrante del equipo de investigación, Sacbeh Naomy Romero Estrella, cuenta que en el proceso han analizado la composición de estos cubrebocas, y han encontrado que están compuestos por dos capas de polipropileno, un filtro de poliéster y adhesivos.

Apuestan a que bacteria desintegre cubrebocas
Apuestan a que bacteria desintegre cubrebocas

Rocío Garrido Adame apunta que el trabajo también se centra en saber cuánta resistencia tiene el tejido de las mascarillas.

En esa prueba de resistencia participa uno de los protagonistas que el equipo de investigación está probando para que al final sea el encargado de la degradación de los cubrebocas, y que lo haga sin contaminar: una bacteria.

Y van por más…

El resultado de la investigación realizada entre los investigadores de la ESIT y la UPIBI, con la colaboración también de la maestra Estela Flores Gómez junto con la ingeniera Ana María Lara Morales, y el docente José Omar Valle Beltrán, no quedará solo en la degradación de cubrebocas.

Si el equipo logra que la bacteria degrade la parte que no está compuesta de tejido de los cubrebocas, el resultado servirá para abordar adicionalmente la degradación de cofias, batas y guantes, entre otras prendas hospitalarias que deben ser desechadas tras un primer uso.

“El objetivo es la degradación de los cubrebocas, pero en sí, es la degradación de todos los uniformes quirúrgicos, porque se usan y luego se desechan. Esa es la idea que estamos proponiendo en la degradación”, adelanta la maestra Elvira Cruz Osorio.

El resultado de la investigación, además, estará a disposición de la población.

“La idea es patentarlo para que podamos darlo al sector salud, que es lo que trabajamos en el IPN, la técnica al servicio de la patria”, expresó la maestra Cruz Osorio.

Previo a esta investigación que inició este 2025, el equipo de la ESIT también realizó durante dos años un proyecto para encontrar cómo degradar pantimedias medicas de forma natural, obteniendo exitosos resultados.

TE PUEDE INTERESAR