Esta técnica será más precisa y revelará tratamiento más específico

Carlos Antonio Sánchez

Un hongo que normalmente habita el cuerpo humano puede estar fuera de control y causar afectaciones en varias partes, incluso en nuestra boca. Es la Candida, causante de una afección cutánea denominada Candidiasis que, en pacientes con Diabetes Mellitus tipo II tiene mayor oportunidad de desarrollarse por causa de las altas concentraciones de glucosa en la saliva, cambios inmunológicos o inmunosupresión y cambios en el pH por el síndrome metabólico crónico (grupo de afecciones como obesidad e hipertensión).

Detectar esta enfermedad en etapas tempranas es el objetivo de científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) como Nadia Mabel Pérez Vielma y Ana Laura Luna Torres, del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS), Unidad Santo Tomás; y Modesto Gómez López, María de los Ángeles Martínez Godínez, Aarón Domínguez López y Ángel Miliar García, de la Escuela Superior de Medicina (ESM).

“Notamos que en la atención odontológica había una alta incidencia de afecciones bucales y una de ellas era Candida y nuestro interés es apoyar en un diagnóstico más preciso y saber qué tipo de Candida tiene el paciente con diabetes tipo 2, porque son muy difíciles de manejar con tratamiento farmacológico”, afirmó el doctor Ángel Miliar.

En febrero de este año, el grupo de investigación publicó el artículo “Candida Variety in the Oral Cavity of Mexican Subjects with Type 2 Diabetes Mellitus and TLR2 Gene Expression”, donde ponen a prueba dos técnicas de detección del hongo causante de la Candida como la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) una prueba de diagnóstico y tinción de Papanicolau.

Nadia Mabel mencionó que México necesita avanzar en el diagnóstico personalizado y realizado con biología molecular, “esta técnica nos va a permitir que sea preciso, y confirmar la infección y mandar un tratamiento específico porque ahora varias especies de Candida ya son resistentes a los medicamentos actuales”.

ENFERMEDAD ALTAMENTE PELIGROSA

De acuerdo con el artículo hay 15 subespecies de Candida, de las cuales seis se encuentran en la lista de los 19 patógenos fúngicos prioritarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dos de ellos (Candida auris y Candida albicans) en la categoría críticamente prioritaria, tres más altamente prioritarias (Nakaseomyces glabrata o Candida glabrata, Candida parapsilosis, y Candida tropicalis), y Pichia kudriavzeveii (Candida krusei) como medianamente prioritaria.

La Candidiasis provoca lesiones cutáneas y subcutáneas, y cuando se presenta de forma oral (en la boca), se produce estomatitis protésica, es decir, enrojecimiento, dolor y sangrado en la dentadura por uso de prótesis dentales. Así fueron detectados los pacientes analizados en el estudio del IPN. El objetivo inicial fue encontrar las subespecies de Candida asociadas a alteraciones orales en 18 pacientes, de ambos sexos, con Diabetes Mellitus tipo II y 18 pacientes sanos de ambos sexos. Tanto en el grupo de pacientes con diabetes como en el grupo sano son atendidos en el CICS. “Detectamos pacientes adultos mayores que tenían presencia de hongo y se hizo el diagnóstico por una parte con un método de tinción tradicional y el otro por biología molecular”, explicó la científica Nadia Pérez.

Con esa información fue posible saber cuál era la relación entre la Diabetes Mellitus tipo II y la Candidiasis, y cómo la Candida interviene en la expresión de los genes TLR2 y TLR4, importantes para el buen funcionamiento del sistema inmune, además confirmar la ventaja metodológica que permite la biología molecular, la cual es trabajar con una mayor precisión.

“Esta es un área odontológica, y cuando intervenimos con técnicas moleculares favorecemos que se puedan entender las fisiopatologías y alteraciones que puede tener una persona con diabetes tipo 2”, puntualizó Ángel Miliar.

RELACIÓN ENTRE LA CANDIDIASIS Y LA DIABETES MELLITUS TIPO II

Quienes fueron diagnosticados con Estomatitis Protésica y Diabetes Mellitus tipo II fueron analizados mediante una muestra de mucosa proveniente del paladar, y una extracción de sangre venosa para determinar los niveles de hemoglobina glucosilada, para ver cuánta cantidad de glucosa tenía cada paciente. La muestra de mucosa fue sometida a una prueba convencional de detección, conocida en la medicina como citología exfoliativa o tinción, muy similar a la que se realiza durante un examen de Papanicolaou. Se trata de un análisis que verifica, a través de la observación por microscopio si las células tomadas de la muestra están enredadas con las hifas (filamentos) del hongo de la Candida. En efecto, estaban “enfermas” por el hongo.

También se realizó un análisis de PCR de punto final que consistió en usar cebadores, fragmentos del Ácido Ribonucleico (ARN) de varias subespecies de la Candida que sirven como anzuelos, para encontrar aquellas que coincidían con las que padecían los pacientes.

Aunque los síntomas mostraron que todos los pacientes con diabetes tenían Candidiasis oral, la prueba de Papanicolaou sólo detectó el hongo en tres de los 18 pacientes, mientras que la prueba por PCR lo detectó en 15. Estos resultados indican que la PCR es una prueba más sensible y mayormente confiable para detectar tempranamente la Candidiasis.

Además, el grupo de investigación encontró que las subespecies más comunes de Candida en los pacientes analizados, fueron: Candida guilliermondii en un 38,8 por ciento, Candida krusei con 33,3 por ciento, y Candida tropicalis y Candida lusitaniae con 22,2 por ciento. Nadia Pérez y Ángel Miliar, los responsables de la investigación, indicaron que en México las consultas dentales usualmente se realizan análisis del tipo del Papanicolau para confirmar un diagnóstico de Candidiasis. Sin embargo, de acuerdo a sus experimentos, lo mejor sería utilizar una prueba más sensible como la PCR, aunque en el país aún no generaliza el uso de esta técnica.

“En algunos países se está migrando hacia el diagnóstico por biología molecular con bacterias y virus, en nuestro país no están disponibles ese tipo de diagnósticos, pero los tenemos en nuestros laboratorios de investigación”, dijo Pérez Vielma.

Tratar esta enfermedad a tiempo permite que los pacientes tengan menor riesgo a sufrir secuelas causadas por un hongo que ha demostrado ser resistente a los fármacos disponibles y que tiene amplia capacidad mutagénica.