Mariana G. Sixtos, David F. Delgado S. y Corina Tlali Ortega
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) se iluminó con la decimosexta edición de La Noche de las Estrellas 2024, que reunió a miles de asistentes apasionados por la astronomía a nivel nacional y con actividades gratuitas para acercar la ciencia a la ciudadanía.
“Aquí se vive una fiesta”, afirmó la subdirectora de Divulgación Científica de la Dirección de Difusión de la Ciencia y Tecnología (DDiCyT) del IPN, Ana Laura Jacinto Bravo, quien compartió su entusiasmo en la instalación del planetario móvil en Las Islas de Ciudad Universitaria (CU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Esa noche despejada y estrellada, el domo recibió a más de 500 visitantes para disfrutar de una experiencia inmersiva y educativa. “Tuvimos muchísimos visitantes desde las tres de la tarde, estamos encantados de dar a conocer lo que es el Planetario ‘Luis Enrique Erro’ aquí en la UNAM”, detalló Jacinto Bravo. Las Islas se llenaron de telescopios, estudiantes, académicos y astroaficionados que permitieron a los asistentes observar la Luna, Venus, Saturno y se creó una experiencia inolvidable para las familias.
La inauguración en CU no sólo contó con la presencia del IPN, también hubo representación de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (SECTEI) y funcionarios de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia y del Instituto de Astronomía de la UNAM; y como estrella principal el astronauta retirado de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), José Hernández Moreno.
“Es fundamental este tipo de eventos y participar para estimular a la niñez, la juventud, para que sigan en el camino de la tecnología y la ciencia de altísimo valor agregado como lo es el sector espacial”, aseguró la directora de Planeación y Evaluación del Desempeño de la AEM, Claudia Eugenia Cervantes Maldonado.
Explicó que “estamos en la época dorada del sector espacial, porque hay una gran cantidad de soluciones para la gente en la Tierra que viene del sector espacial, de la tecnología y la ciencia espacial. Estos eventos son la puerta de entrada para que las infancias y juventudes se interesen por una carrera en la industria aeroespacial”.
El director del Instituto de Astronomía de la UNAM, Yair Emmanuel Krongold Herrera, dijo que “el deseo de conocimiento que tiene la gente es lo que los trae para acá. Esto demuestra que tenemos que dar oportunidad a la gente porque cuando se lo damos, inmediatamente responde”.
El investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM y coordinador de la Noche de las Estrellas, José Franco, destacó la magnitud de este evento a nivel nacional. “Tenemos 112 sedes distribuidas por todo el país y esta es la sede principal. Es una noche plena para mirar a las estrellas con la presencia de un astronauta”.
La conferencia magistral “Alcanzando nuevas alturas”, impartida por el ingeniero, empresario y astronauta retirado de la NASA, José Hernández Moreno, inspiró a los asistentes.
“Hay que ser un ejemplo y demostrar a los niños que a pesar de la situación socioeconómica en que se encuentren, deben estudiar, porque con las ganas que cada uno le pone a la vida es lo que te supera. Se vale soñar en grande, siempre y cuando trabajen duro y estudien para convertir ese sueño en realidad”, aseveró en entrevista para la Agencia Informativa Conversus.
Hernández Moreno compartió con los miles de asistentes su filosofía de vida. Después de 11 intentos fallidos logró entrar al programa espacial de la NASA. “Nunca me cansé porque una de las cosas que hay que disfrutar es el camino, disfruté el camino para ser astronauta, hice lo que me apasiona, que es ser ingeniero”, profundizó.
El ingeniero dejó las puertas abiertas para visitar y empoderar a nuevas mentes jóvenes, con la promesa de que en un futuro cercano pueda visitar el IPN nuevamente.
En el Planetario “Luis Enrique Erro” se instalaron más de 50 telescopios para los más de mil 600 asistentes que vieron el Sol, la Luna, Venus, Júpiter y Saturno, así como disfrutar de las constelaciones más visibles en esta época del año, como Pegaso y Casiopea y también la Estación Espacial Internacional (EEI), que sorprendió a muchos asistentes al momento de pasar sobre el cielo mexicano.
Se realizaron charlas interactivas en el Domo de Inmersión Digital, en donde se informó sobre los mitos de Orión y Andrómeda, así como el armado de telescopios, que organizaron las sociedades astronómicas del Politécnico como Nicolás Copérnico (SANC) y la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Ticomán y el Clan de Alebrijes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), plantel Vallejo.
Los estudiantes que integran estos clubes y los expertos del planetario realizaron charlas, talleres y demostraciones como Juan Manuel Guadarrama, quien enseñó al público a buscar meteoritos e incluso en dónde pueden hallarlos.
“En México está permitido buscar meteoritos. Pueden hacerlo de manera profesional y documental. ¿Y cuál sería el mejor lugar para encontrar?, al norte de México, en Coahuila, Sinaloa, Chihuahua, somos afortunados, siempre hay meteoritos”, comentó Juan Manuel.
Estudiantes y docentes del CCH Vallejo se unieron a los festejos en el PLEE con Ariadna y Alejandra, quienes explicaron: “nos encargamos de la investigación científica, tecnológica, diseño, desarrollo de robots, presentaciones y todo lo que se relacione con la ciencia, traemos tres obras acerca de la vida de Marie Curie en conmemoración de los 90 años de su fallecimiento. Motivamos para que la ciudadanía se acerque a la ciencia, la investigación y los experimentos”.
La Sociedad Astronómica Nicolás Copérnico divulgó sobre los asterismos y colocó telescopios con filtros solares. “Una constelación es un conjunto de estrellas que delimitan figuras, y sobre todo que, desde chicos hasta grandes, incentiven su creatividad e investiguen más sobre los asterismos y sean más curiosos cuando miren el cielo”, externó Diana Sánchez.
Para niñas y niños se realizó una dinámica especial de Mini Conversus, en la que consistió de publicar un video en las redes sociales de sus padres y platicaron su experiencia en la Noche de las Estrellas y de regalo se llevaron una lonchera y una playera de la celebración.
“Me la estoy pasando genial, vengan a los talleres que están haciendo aquí y en la noche vamos a ver todas las estrellas que van a pasar”, dijo uno de los niños participantes.
El Planetario “Luis Enrique Erro” fue un exitoso puente entre la ciencia y la comunidad, donde la pasión por el cosmos unió a miles de personas y vivieron una experiencia única bajo el cielo nocturno.
El recinto al norte de la Ciudad de México se sumó a la fiesta de La Noche de las Estrellas, la subdirectora de Planeación y Servicios de Apoyo, Ana Cristina Olvera Peláez y la jefa de operaciones del Museo Tezozómoc, Mireya Sánchez, ambas de la DDiCyT del IPN, inauguraron el evento.
“Es un evento que se realiza desde hace 16 años a nivel nacional y en esta ocasión se sumó el Museo Tezozómoc. El objetivo es que la gente se acerque a la ciencia de una manera accesible y lúdica”, precisó.
Olvera Peláez dijo que todas las actividades del programa consistieron en talleres, conferencias, juegos, show de ciencia y el uso de los telescopios para ver el Sol, la Luna y las estrellas.
En el estacionamiento del museo se orientaron telescopios, cada uno tenía un experto para brindar información a las personas y ayudarles a localizar los astros. “Los telescopios que tenemos para la observación son de tipo reflectores que utilizan espejos con montura altazimutal y permite una buena visibilidad de los astros”, mencionó el astrónomo politécnico Wilder Chicana Nuncebay.
“Me encanta ver la Luna en el telescopio, es como asomarse a una ventana y tenerla muy cerca. Te sientes dentro del mismo plano, pareciera que las puedes tocar”, comentó Mónica Pérez después de utilizar el telescopio.
Integrantes de la Sociedad Astronómica de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Ticomán, realizaron el juego de Astro Lotería, guiaron el taller para armar transbordadores espaciales y con sus telescopios hicieron observación solar, ya que contaban con un filtro especial.
El sensorama fue una actividad a ciegas, las personas, con los ojos vendados, entraban a un recorrido que estimulaba los sentidos a través de sonidos, texturas, aromas y diferentes temperaturas. El propósito fue transmitir sensorialmente información sobre el nacimiento de las estrellas.
El público tuvo el acercamiento a la ciencia, los infantes mostraron mucha pasión por la astronomía y algunos mencionaron que quieren ser astronautas cuando sean mayores.
El Museo Tezozómoc recibió más de 300 personas, quienes disfrutaron de La Noche de las Estrellas en compañía de familiares, amigos y de todo el equipo del Instituto Politécnico Nacional que hizo posible llevar a cabo la fiesta de las estrellas ¡Nos vemos el próximo año!