Se busca transferir este dispositivo a hospitales del país

Corina Ortega

Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad de Poitiers, en Francia desarrollan desde hace una década un dispositivo tecnológico para la rehabilitación de hombro, codo o muñeca, con la finalidad de apoyar la fisioterapia y reducir el tiempo de recuperación. No reemplazará al fisioterapeuta, sino apoyará el trabajo de rehabilitación, para lograr mejores resultados en menor tiempo.

Para saber más sobre esta investigación que busca llegar a los hospitales de México, la Agencia Informativa Conversus entrevistó al investigador en Control Automático y Robótica del Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA), Unidad Querétaro del IPN, Eduardo Castillo Castañeda y al profesor de Robótica y Mecánica en la Facultad de Ciencias Fundamentales y Aplicadas de la Universidad de Poitiers, en Francia, Med Amine Laribi.

El profesor politécnico señaló que esta tecnología ayudará a pacientes con artrosis, una enfermedad reumática que lesiona el cartílago articular y produce dolor, rigidez e incapacidad funcional, quienes perdieron la movilidad del brazo por algún accidente o afectación cerebrovascular, si se rompieron un ligamento, músculo o si tienen fractura de brazo.

“El mecanismo se acciona con el brazo y tiene dos funciones: cuando está muy débil le da fuerza para moverlo y genera una rehabilitación para que obtenga movilidad, así como a tonificar los músculos”, afirmó Castillo Castañeda.

Detalló que las articulaciones del dispositivo tienen una resistencia variable que se adapta a diferentes niveles de enfermedad, según las necesidades de las personas que se encuentren en rehabilitación de hombro, codo o muñeca.

Agregó que el dispositivo también tiene como objetivo reducir el tiempo de recuperación. Generalmente ese tipo de rehabilitación lleva varios meses, pero cuando se utilizan máquinas o robots se reduce el tiempo de recuperación a un mes.

La meta es que funcione como apoyo al trabajo manual del fisioterapeuta, porque en muchas ocasiones el número de especialistas es rebasado por la demanda de pacientes.

¿CÓMO SURGE ESTA INVESTIGACIÓN?

El proyecto tiene 10 años de colaboración, principalmente con estudiantes mexicanos y franceses, que van y vienen gracias a intercambios estudiantiles.

“El control de máquinas es muy diferente al control que se hace para una aplicación industrial, porque se trata con personas y eso requiere que el control sea específico y detallado”, mencionó Eduardo Castillo.

Actualmente existe el sistema quirúrgico Da Vinci, que es un equipo de cirugía robótica, el médico cirujano que está a distancia opera a un paciente con dos brazos robóticos y es el más claro ejemplo de máquinas que sirven como aplicaciones médicas.

“Da Vinci es comercial, opera en Francia y Estados Unidos, se empieza por la investigación fundamental y lo fundamental no tiene aplicación, pero nosotros estamos más allá porque ya patentamos y tenemos un producto que todavía no es comercial, pero que ya está protegido”, subrayó el profesor del IPN.

El siguiente paso de los investigadores será realizar pruebas con pacientes para hacer evaluaciones. Después se buscará realizar la transferencia tecnológica a hospitales. Ese es el objetivo a corto plazo.

“No estamos muy lejos, contemplamos que aproximadamente en un año lo lograremos, porque en Francia los médicos trabajan dentro de las universidades”, informó Med Amine Laribi.

TRANSFERENCIA DE NUEVAS TECNOLOGÍAS

Este proyecto cuenta con el talento e ingenio de dos mundos, en México se tiene potencial en el área de control, así como en el diseño de articulaciones de rigidez variable y en la adaptación para que el dispositivo se maneje en los distintos niveles de movilidad que tenga el paciente.

Por otro lado, Francia tiene potencial en la parte de ingeniería médica, se enfoca en el diseño del mecánico y el tamaño del dispositivo, para que pueda adaptarse a cualquier persona.

“La investigación está centrada en mecánica y en robótica médica. Es una investigación básica, pero con un potencial para aplicaciones en ingeniería médica y biomédica. En un principio la motivación fue obtener un grado de alta especialidad, hice un doctorado en el área de diseño de mecanismo para conseguir un diseño óptimo en tamaño y la forma de los mecanismos según una aplicación”, dijo Amine Laribi.

Este proyecto presenta retos, y es cuando se busca transferir la tecnología de la investigación a los usuarios, que en este caso son médicos y pacientes. No es un camino fácil, quienes están a cargo de las investigaciones enfrentan procesos, burocracia y obstáculos que impiden o retrasan la llegada de esas nuevas tecnologías al público objetivo.

“Durante mi formación, tuve la oportunidad de entrar en contacto con personas de diferentes campos, principalmente con médicos, quienes orientaron la investigación, hasta entrar en contacto con un proyecto específico, en alianza con el Instituto Politécnico Nacional”, añadió el profesor francés.

Med Amine mencionó que en Francia los laboratorios pueden ser compartidos con médicos y pacientes de manera natural y eso facilita el proceso para que médicos e ingenieros manejen un lenguaje común y exista sincronía en la investigación.